sábado, 30 de abril de 2016

MAYO 2016. Inicio. Inconforme por vivir en la pobreza, Mauro Cantú, quien ha cursado la universidad abierta, por internet, se ha empeñado en hacer una maestría en una prestigiosa universidad capitalina y su madre, Esperanza, lo ha apoyado a pesar de la oposición de su marido, Bernardino, con el que el muchacho tiene frecuentes enfrentamientos y al que desprecia por considerarlo un pobre conformista que ha sentenciado a su madre a vivir por siempre en San Gabriel, pueblo en el que no son ni serán nada mientras sigan atendiendo su tienda de abarrotes. Padre e hijo discuten y después de que Bernardino lo abofetea cuando el muchacho lo insulta y menosprecia, Mauro se desahoga con su joven y bella enamorada, Conchita, quien junto con su madre, Genoveva, vende y confecciona vestidos, dedicadas ambas a la costura. Conchita apoya a su amado Mauro en todo y se convence de que el muchacho desea buscar oportunidades en la gran ciudad para tener dinero y poder casarse con ella por lo que acude a Bernardino y le pide que apoye a su hijo económicamente pues estudiando una maestría conseguirá un buen empleo y en el futuro los beneficiará a ellos, sus padres. Esperanza apoya a Conchita y entonces Bernardino acepta y habla con su hijo, al que entrega una fuerte cantidad de dinero para que se marche a la ciudad, donde comienza su maestría, deslumbrándose por el estilo de vida que muchos de sus compañeros llevan por lo que se hace pasar por el hijo de un importante hacendado y debido a esto hace amistad con Elías Mendizábal, quien le muestra un mundo con el que el ambicioso Mauro siempre soñó y es gracias a Elías, quien lo invita a una fiesta en la que el muchacho conoce en una habitación a Casandra, una mujer de mundo con debilidad por los hombres jóvenes que de inmediato siente curiosidad por la atractiva y sensual apariencia de Mauro, al que tras una noche de copas lleva a su cama, haciéndolo suyo y descubriendo en él un ardoroso amante. Después Mauro piensa en el engaño a Conchita, a la que ama profundamente y decide que no volverá a ver a Casandra, quien le da dinero para que tome un taxi y más tarde desea sorprenderlo en la universidad mas se alarma cuando lo ve subir discretamente a un autobús público. Lo sigue y descubre que vive en un pobre multifamiliar, donde lo sorprende para burlarse de su condición pues ha descubierto que no es el hijo de un hacendado, sino un impostor. Mauro le pide que no diga nada a cambio de lo que quiera y la mujer le propone que sea su amante y a cambio ella no solo guardará su secreto sino que lo llevará a vivir a un lugar digno de alguien como lo que él presume ser a cambio de que él no mencione a nadie de su relación. Lo besa y de nueva cuenta hacen el amor.

Esperanza y Bernardino, quien es un campesino, trabajan mucho para costear los estudios de su hijo, con quien Conchita tiene contacto y a la que a prometido que se casarán en cuanto termine su maestría por lo que la muchacha comienza a diseñar su vestido de novia junto con Genoveva y Esperanza, quienes siempre han sido grandes amigas y a las que les hace ilusión que sus hijos vayan a formar una familia. No así piensa Danilo, hermano mayor del muchacho, dueño de un taller mecánico y a quienes los padres piden que coopere para los gastos del ambicioso Mauro mas Danilo se niega asegurando que toda la vida él se ha tenido que sacrificar por su hermano menor y ver como sus padres le dieron las oportunidades que a él tanto le negaron por ser mayor. A Danilo lo calma su prometida Luzmila, quien le pide que ayude a su hermano menor. Danilo, lleno de rencor, la acusa de seguir enamorada de Mauro.

Mauro sorprende a Elías por el empeño que pone en su maestría y mucho más por el departamento en el que vive. Con el dinero que sus padres y Danilo le depositan, se inscribe en el mejor club deportivo en el que asiste con Elías, el cual asegura que su amigo es un prominente abogado. En ese club Mauro conoce a Lianette, la hermana de Elías, quien simpatiza con él y lo presenta con sus mejores amigas: Tania, una chica alocada y liberal, y la arrogante y déspota Kenina Solórzano, quien al conocerlo de inmediato se enamora de él y lo invita a su casa. Al saberlo, Elías advierte a su amigo que no se enrede con la muchacha mas se niega a decir las razones. 

Mauro se comunica con Esperanza, quien le pide que viaje a San Gabriel para estar presente en la boda de su hermano Danilo con Luzmila, a quien Conchita y Genoveva le han confeccionado un vestido muy lindo. Mauro viaja su pueblo y deslumbrado por el nuevo mundo que conoce no hace más que desplantes, portándose con arrogancia que sorprende a su madre y Conchita pero no a Danilo y Bernardino, quienes consideran que el muchacho se olvidará de ellos en cuanto haga su vida. Por su parte Mauro habla a solas con Luzmila, a la que dice estar seguro de que ella lo sigue amando y la besa para luego volver a la fiesta, donde a los pies de Conchita cae el ramo de la novia por lo que feliz abraza a Mauro pues cree que ellos serán los próximos en casarse. Él le promete que así será y ambos deciden poner fecha a esa boda por lo que Conchita comienza a confeccionar su vestido de novia mientras que a Esperanza le llena de felicidad que su hijo vaya a casarse con la muchacha. Sin embargo Bernardino rompe sus ilusiones al decirle estar seguro de que su hijo se avergüenza de ellos y los olvidará pues en la gran ciudad seguro ha comenzado a cambiar. Y no se equivocan pues Mauro sabe muy bien quien es Kenina y está dispuesto a conquistarla para lograr sus ambiciones. Vuelve a la ciudad y se encuentra con Casandra, a la que hace el amor. Está a punto de decir a Elías sobre el romance que sostiene con la mujer cuando éste lo invita a su casa a conocer a sus padres, sorprendiéndose al descubrir que Casandra en realidad se llama Nilda y es la madre de Elías y de Lianette y que, por si fuera poco, está casada con Juan Javier, un hombre bueno y justo que ha ofrecido emplear a Elías en su bufete de abogados. Esto causa presión en Mauro, al que la mujer sorprende a solas en su departamento para exigirle que no diga nada de lo que existe entre ellos. Mauro le dice que deben terminar y ella le jura que si la deja le quitará todo lo que le ha dado, sorprendiéndolo al mostrarle por un ventanal el auto que le ha comprado. Mauro le hace el amor y están a punto de ser descubiertos por Elías pero Nilda se esconde muy bien.

Kenina ha rechazado a muchos novios por años y en su consciencia carga con la muerte del último que tuvo mas la galanura y sensualidad de Mauro la han cegado y cuenta esto a su tía Victoria, quien la aconseja que vuelva a enamorarse y por fin se decida a formar una familia. La mujer es apoyada por Ingrid, madre de Kenina, quien cree que es tiempo de que su hija supere la muerte de su antiguo novio y se de una oportunidad. Por ello la muchacha invita a Mauro a comer a su casa y lo presenta como su novio, sorprendiéndolo. La familia le da bien recibimiento al muchacho aunque Augusto, el patriarca, lo analiza y no confía en él. Se lo hace saber a Victoria, quien le recuerda que jamás le ha gustado alguno de los novios de su hija. Augusto, molesto, asegura que el anterior, Patricio, no era mas que un infeliz que hasta el presente ha hecho sufrir a Kenina, quien quedó perturbada luego de lo que vivió. El hombre discute por lo mismo con Ingrid y por esa razón sale de casa para encontrarse con su amante, Yadira, con quien se desfoga. Lo que el hombre ignora es que está siendo parte de una trampa pues Yadira lo sedujo inducida por su verdadero novio, Gabriel, hermano del difunto Patricio y el cual está seguro que dentro de la casa de los Solórzano vive el asesino de su hermano.

Mauro e Kenina comienzan una relación que sorprende a todos y a la que Elías se opone pues conoce a la muchacha y sabe que su amigo terminará siendo víctima de los caprichos de esta. Sin embargo Mauro le pide que no interfiera y haga caso a Tania, quien se muere por él y haría cualquier cosa por ser su novia. Vive intensamente su amor con Kenina sin dejar de pensar en Conchita, a la que ama verdaderamente y con la que tiene un compromiso nupcial. Recibe una llamada de ella y se pone nervioso pues Kenina está presente y le pide que le figa quién le ha llamado, arrebatándole el teléfono, el cual cuelga, dejando confundida a Conchita, quien vuelve a marcar pero no le responden la llamada. Cuenta esto a Genoveva, quien de inmediato se lo comunica a Esperanza temerosa a que Mauro esté mintiéndole a su hija.

Danilo y Luzmila no tienen un matrimonio feliz y él habla con Conchita, a la que revela estar convencido de que su mujer sigue amando a Mauro, así como él la sigue amando a ella. La intenta besar pero Conchita lo rechaza y luego cuenta a Genoveva todo. Esta le aconseja que cuando se case con Mauro no intente convencerlo de volver a San Gabriel y que, al contrario, se marche con él.

Nilda enfurece cuando Lianette le dice que Mauro e Kenina son novios y por su mal humor la mujer discute con Juan Javier, al que acusa de ser un hombre falto de carácter y poco aventurero. Un conformista al que solo importa su trabajo. Él le pide que no sea injusta pues es gracias a su trabajo que ella y sus hijos se dan la vida que tienen. La mujer sale en busca de su amante y le exige que termine su relación con Kenina, amenazándolo con quitarle todo lo que le ha dado. Mauro la reta a que le quite el departamento y el auto para que entonces él corra y se presente ante su marido e hijos para hablarles de Nilda, por quien ella se hace pasar para seducir hombres jóvenes como él. Nilda lo abofetea y le jura que lo hará arrepentirse. Acude a Ingrid y Victoria, a quienes les asegura que el novio de su hija es un impostor y no pertenece a la familia que dice, sino que es un pobre diablo que desea ascender socialmente. Son escuchadas por Kenina, quien corre a Nilda de su casa y exige a su madre y tía que no digan a Augusto una sola palabra de lo que esa mujer les ha dicho pues ella lo arreglará todo. Sin embargo no dice nada a Mauro y solo le habla de lo que él puede obtener al casarse con ella, proponiéndole que lo haga. Él tiene el recuerdo de Conchita impregnado en la piel, en la mente, sin embargo piensa en cómo se puede beneficiar y decide casarse con Kenina, quien hace una cena en la que se pedirá su mano. Al no tener dinero, Mauro pide a Elías un fuerte préstamo y compra un anillo carísimo que le recuerda la baratija con la que le pidió a Conchita que fuera su esposa. Se presenta en casa de los Solórzano, solo, asegurando que su padre se encuentra de viaje y su madre está muerta. Pide la mano de Kenina, la cual le es concedida no sin que antes Augusto le deje claro que al ser parte de su familia tiene grandes compromisos sociales y monetarios. Luego, en su trabajo, el muchacho cuenta todo a Juan Javier, quien lo felicita y le desea lo mejor, entregándole un fuerte pago por adelantado para los preparativos de su boda, asegurando que se los irá descontando de su sueldo. Mauro agradece al hombre por su confianza y al salir de su despacho recibe una llamada de Esperanza, quien le dice que no tienen dinero para los pagos de sus gastos en la ciudad pues todo lo que invirtieron en su maestría les resultó perjudicial debido a las bajas ventas de su tienda de abarrotes. Mauro le pide que no se preocupe pues él ha encontrado un trabajo y podrá solventar sus gastos aunque niega que gane bien sin ofrecerse a dar una sola ayuda a sus padres. Y es por los estragos económicos por los que atraviesa que Bernardino acude a Nazareth, padre de Luzmila, al que le pide un fuerte préstamo para salvar su tienda de abarrotes, firmando unos pagarés, comprometiéndose a pagar. Los dos hombres hablan de sus hijos y Nazareth asegura estar convencido de que Luzmila no es feliz con Danilo y que fue Mauro con quien debió casarse pues siempre lo amó. Luego la muchacha acude a su padre, al que asegura que Mauro es cosa del pasado y ella está perdidamente enamorada de su marido, aunque él crea lo contrario. Por ello Nazareth habla con su yerno, al que asegura que no permitirá que ni él ni nadie haga sufrir a su hija.

Kenina asegura a Lianette y Tania que tiene a Mauro comiendo de su mano y que se casará con él pues es el hombre por el que siempre esperó. Las amigas creen que su decisión es precipitada pero la primera está decidida. Se marcha y la segunda habla con la tercera de cómo se obsesionó de igual manera con el difunto Patricio, quien no sabía como deshacerse de ella y murió de manera misteriosa.

Ingrid habla con Augusto y Victoria del repentino compromiso entre Kenina y Mauro, del que ellos no conocen casi nada. Augusto apoya a su hija, a la que sabe caprichosa y obsesiva y de la cual desea deshacerse, cansado de sus berrinches y los dolores de cabeza que esta siempre le ha producido. No así piensa Ingrid, quien le revela lo que Nilda le contó. Esto no lo cree Augusto pues sabe que Nilda es una chismosa que en el fondo siempre los ha envidiado. Sin embargo Ingrid está preocupada y pide a Victoria que la ayude a convencer a su hija de que es una locura casarse con Mauro, al que visitan en su departamento para hablar de sus planes a futuro. El muchacho dice una sarta de mentiras sobre su familia y jura que hará a Kenina la mujer más feliz. Las mujeres se van y Victoria le dice a Ingrid que le ha sorprendido extraño que alguien que hable con tanta nostalgia sobre su padre lejos y su madre muerta no tenga retratos de estos en su casa.

Yadira asegura a Gabriel que Augusto es inocente de la muerte de su hermano pues le ha hecho preguntas y este no se ha tentado el corazón para mostrar su desprecio por el difunto mas lamenta su muerte. Gabriel insiste en que el hombre es un hipócrita.

Kenina recibe anónimos en los que le advierten que Mauro tiene una amante y que se casará con ella solo por interés. La muchacha los rompe y reacciona violentamente despedazando su colección de muñecas mas calla ante los demás pues teme a que la crean perturbada. No dice una sola palabra a Mauro pero comienza a pasar mucho tiempo en el departamento de este, levantando sospechas. Pronto Mauro se sorprende cuando al llegar del trabajo descubre que la muchacha le ha cambiado la decoración. Ella le dice que ha comenzado a hacer cambios porque ese será su nuevo hogar. Comienza a acosarlo lentamente en la universidad, donde se presenta para asegurarse de que ninguna otra se le acerque por lo que Elías habla con ella y le recuerda que lo mismo le hizo a Patricio y por eso éste decidió terminar con ella. Se asombra cuando la frívola muchacha le recuerda que ese hombre pagó caro por atreverse a terminar con ella y sus ilusiones.

Nilda insiste en soltar ponzoña y veneno contra Mauro y enmudece cuando Juan Javier le pregunta de donde conoce tanto acerca de ese muchacho si recién se los presentó Elías. Cambia la conversación y habla de lo importante que es para ellos que Elías le haga caso a Tania y se case con ella. De ello se deriva una nueva discusión en la que Lianette intercede para revelar estar harta de verlos pelear en toda ocasión que les es posible por lo que les plantea que se divorcien. Asombrada, Nilda asegura que ella jamás será una divorciada ni se prestará a las críticas sociales. Enmudece cuando Juan Javier le dice que de cualquier forma todos hablan a sus espaldas y rumoran que es una chismosa.

Mauro se toma unos días para visitar San Gabriel, sorprendiéndose por las apuraciones económicas de sus padres por lo que enfrenta a Danilo, al que reclama no hacerse cargo de ellos por ser el hijo mayor. Danilo, furioso, le recuerda que parte de sus ahorros se los dio para que pagaran su maestría por lo que le deja claro que el que tiene responsabilidades para con sus padres es él, que siempre les ha chupado la sangre al creerse un niño bonito, dejándolo claro al vestirse ahora con ropas de marcas que son visiblemente obvias en vez de ayudar a sus viejos. Discuten y se van a golpes, siendo descubiertos por Esperanza, quien defiende a su consentido. Danilo entonces le asegura a su madre que un día se dará cuenta de quien es el monstruo al que siempre ha consentido, cuando este le de la espalda justo el día en el que más lo necesite, pues es malo por naturaleza. Mauro entonces grita a su hermano lo que piensa de él: Que es un mecánico sin futuro, condenado a vivir siempre en la miseria. 
Danilo lo jala de las ropas y a la cara le dice estar orgulloso de lo que ha logrado con esfuerzos, sin la ayuda otros, mientras que nadie puede decir lo mismo de él, Mauro, quien solo ha vivido de sueños y por lo tal no es más que un pobre diablo. Mauro se desahoga con Conchita, con quien decide casarse a final de mes, cuando termine su maestría. Ella le dice que se irá con él a la ciudad pero el muchacho se niega rotundamente y le dice que tendrá que esperar por él en San Gabriel. Cuando vuelve a la ciudad, debido a los anónimos que continúa recibiendo, Kenina le dice que adelantarán su boda justamente el mismo día en que él planea casarse con Conchita por lo que el hombre intenta componerlo todo a su conveniencia pero nada le resulta. Es buscado por Nilda, quien insiste en que sean amantes. Forcejean y terminan en la cama. Cuando la mujer se marcha es vista por Yadira, quien ahora sabe que tiene un amante y ríe a carcajadas con Gabriel, al que se lo cuenta.

Elías y Tania se hacen novios por lo que él le revela lo que sabe de Mauro y cuando Kenina se burla de su amiga, pues encuentra al muchacho demasiado patético, esta la calla al decirle que más patético es él, que está lleno de muchas sorpresas que la harán arrepentirse de haberse casado. Kenina entonces revela a su tía Victoria sentirse confundida respecto a su futuro marido pues todos le hablan mal de é. Victoria le aconseja que no se deje llevar por las mentiras de los demás y continúen con sus planes. Es así que llega el día de su boda, en el que Mauro se siente peor que nunca y no sabe lo que hacer pues aunque ama a Conchita desea asegurar su futuro. Por ello acude a casarse con Kenina, dejando plantada a Conchita en la iglesia de Baltazar, destruida totalmente. Esto deriva dimes y diretes y que Danilo y Luzmila discutan y él la abofeteé, logrando que la mujer huya a casa de su padre, Nazareth, quien con rifle en mano enfrenta a su yerno, al que acusa de no querer a su hija. Interviene Bernardino para defender a su hijo y se desata una tragedia cuando Nazareth dispara y hiere a su consuegro de una pierna que Esperanza cura en su casa. Por su parte Conchita es consolada por Genoveva, quien cree que quizás algo le sucedió a Mauro, al que llama por teléfono sin obtener respuesta pues este se encuentra en su banquete de bodas, donde se muestra distraído y para nada feliz. Acude a felicitarlo Nilda, quien le asegura que se ha puesto una soga en el cuello pues todos sospechan que la aparentemente buena y dulce Kenina en realidad está dañada de la cabeza y asesinó a su antiguo novio. Desde ese momento Mauro es infeliz y rechaza las caricias de su ahora esposa, quien lo obliga tener relaciones con ella tras llorar ante su padre, quien asegura a su yerno que no permitirá que haga sufrir a su hija. Y todo empeora cuando Conchita ve en un periódico de la capital que su prometido se casó con otra pues decide irlo a buscar a la gran ciudad acompañada de Esperanza pues ambas desean encontrarlo para exigirle una explicación pero no lo logran hasta que Conchita se lo encuentra en un centro comercial de la mano de Kenina. Mauro no sabe qué hacer y decide ignorar a la muchacha, quien luego lo encuentra a solas y le reclama su engaño, acusándolo de ser un pobre diablo que vive de mentiras. Le cuenta todo a Esperanza, quien desea ver a su hijo y conocer a su nuera pero Conchita lo evita por lo que la angustiada mujer se comunica con Bernardino, el cual enfurece al saberlo todo y también acude a la ciudad, dando con el paradero de la oficina de su hijo, al que enfrenta. Se arma tal quilombo que aparece Juan Javier, quien exige que le digan qué sucede. Bernardino se estremece cuando Mauro lo presenta como uno de los trabajadores de la constructora y lo mandan a echar. El sufrido padre se aferra a Esperanza y le asegura que Mauro ha muerto para ellos.

Conchita y Gabriel se conocen y entre ellos nace una amistad. Ella busca trabajo y él pide a Yadira que la ayuden por lo que la contrata como su sirvienta. En poco tiempo Gabriel se enamora de la muchacha, a la que revela que la esposa de Mauro mató a su hermano.

Elías revela a Lianette la verdad sobre Mauro y esta comete una indiscreción ante Victoria y Ingrid, quienes comienzan a atosigar al muchacho con preguntas sobre su familia. Victoria es audaz y le hace saber estar al tanto de sus verdaderos orígenes y de porqué se casó con Kenina. El muchacho, atormentado, busca a Conchita para desahogarse pero la ve acaramelada con Gabriel, al que enfrenta. Este último pregunta a la muchacha qué tiene que ver con el marido de la mujer de la que él desea vengarse y esta le cuenta todo por lo que Gabriel comienza a acorralar a Kenina con más anónimos. Ella descubre estar embarazada y recuerda el primer hijo que pudo haber tenido y al que mató en un momento de desesperación. En uno de sus anónimos Gabriel le dice que se ha casado con un desconocido con el cual pagará por lo que le hizo a su hermano Patricio. Desde ese momento la muchacha comienza a creer que el fantasma del difunto ha regresado del más allá para atormentarla. Se refugia en tía Victoria, quien le pide que se serene pues puede padecer una crisis como la que sufrió hace muchos años.

Nilda se encuentra con Mauro en el club e insiste en que sigan viéndose. Él no hace más que burlarse de ella y la acusa de ser patética. Aparece Elías y pregunta a su amigo porqué ha insultado así a su madre mas los amantes se inventan una mentira que Elías no se traga.

Ingrid sufre el rechazo de Augusto y Victoria le dice estar segura de que el hombre tiene otra mujer por lo que la esposa encuentra refugio en el cultivo de sus flores, percatándose de que Neftalí, el ardiente jardinero, es un hombre apuesto y sensual. Comienza a tener confianza con él y descubre que es un joven optimista y lleno de sueños.

Conchita mantiene comunicación con los Cantú, a quienes da malas nuevas sobre Mauro, sufriendo Esperanza por el rechazo de su hijo. Bernardino tiene una recaída que lo manda a cama y al paso de unos días muere por lo que la mujer se despide de Danilo y Luzmila para reunirse con Conchita, quien le aconseja que no busque a Mauro, quien los desprecia por ser pobres. Aún así Esperanza quiere poner a prueba la bondad de su hijo y consigue trabajo como sirvienta de Victoria, viviendo así bajo el mismo techo de su hijo, quien le exige que se marche pues si se descubre que es su madre él lo perderá todo. Esperanza sufre al no reconocer a su hijo, quien le revela estar asqueado de la pobreza y haber hecho todo lo posible por ser alguien más, aunque para ello reniegue de su familia. Sufre tras saber que su padre ha muerto y que lo hizo desconociéndolo como hijo.

JUNIO 2016. Conchita descubre que Yadira en verdad se ha enamorado de Augusto y que solo está utilizando a Gabriel, al que se lo dice. Este tiene una discusión con su amada, la cual lo desprecia por ser un don nadie y le pide que nunca se vuelvan a ver. Entra a trabajar al corporativo de Augusto para estar más cerca de él y por ello tiene nexos con Mauro, por el que se apasiona en cuanto lo conoce, mientras que Gabriel es consolado por Conchita, a la que besa pero es rechazado por ella. Sin embargo han hecho buena amistad y él la invita a salir pues los dos han sido engañados por las personas que amaban y se entienden muy bien. En poco tiempo descubren que tienen mucho en común y ella corresponde a los besos de él.

Kenina les dice a sus amigas de su estado y confiesa tener miedo a ser madre por el aborto que sufrió hace muchos años. A su mente viene el recuerdo de la muerte de Gabriel y sufre una crísis. Busca a Mauro para que él le brinde apoyo pero no hacen más que discutir pues él está cansado por el trabajo y ella solo desea divertirse y estar con amigos. Le exige que se de cuenta de que ahora son un matrimonio y ella se debe a él. 
Kenina enfurece y le revela estar convencida de que él es un farsante al que ella compró como un juguete, por lo que ahora debe servirle y estar a sus pies, pues sabe que no es más que un pobre diablo que buscaba encajar en la alta sociedad y aparentó engañarla cuando en realidad quien lo engañó fue ella. Discuten y Mauro sale de casa para no estar con ella. Hace una visita a Yadira y pasa la noche con ella. En la mañana son vistos por Conchita, quien sufre al percatarse de que el hombre al que ama ahora es un perfecto desconocido. Él intenta convencerla de que la ama y todo lo ha hecho por ella pero la muchacha no le cree.

Victoria y Ingrid son feroces como patronas y cargan de trabajo a Esperanza, convencidas de que debe desquitar el sueldo que le pagan. La sirvienta escucha en la cocina quejas de otras empleadas y decide que lo soportará todo por estar al lado de su hijo ahora que sabe que este será padre. Acude a limpiar el chalet a unos metros de la casa y se sorprende al ver a Ingrid besándose nada más y nada menos que con el sensual y apuesto Neftalí, en quien la mujer ha encontrado una nueva ilusión.

Al intimidar con Augusto, Yadira solo piensa en Mauro y las caricias de hombre le resultan asquerosas. Este la nota extraña y le pregunta que le sucede. Ella finge sentirse mal y al quedar a solas llama a Mauro pero este no le contesta pues se está duchando. Sin embargo Kenina ha descubierto la llamada y jura que eliminará a cualquier ramera que intente quitarle a su marido, al que Esperanza intenta acerarse de todas las maneras posibles sin éxito pues este la rechaza y la trata como una verdadera sirvienta.

Elías revela a Tania que estar convencido de que Mauro y Nilda le ocultan algo. La muchacha a su vez se lo hace saber a Lianette, quien, atrevida, pregunta a su madre si tiene un amante. Nilda la abofetea y estalla, convenciéndola con su reacción de que es verdad. Entonces Lianette habla con Elías, quien busca a Mauro para exigirle que le diga si él es el amante de su madre. Mauro lo niega y se hace el ofendido.

Yadira se ha embarazado para así atrapar a Augusto y casarse con él. Le hace saber de su estado y éste le ordena que se deshaga de la criatura que espera. La mujer lo amenaza con decirles todo a Kenina y Ingrid si rechaza al hijo que tendrán y este amenaza con deshacerse de ella si se atreve. Termina su relación y la mujer no hace más que consolarse en los brazos de Mauro, quien la visita solo para ver de cerca a Conchita, a la que besa asegurando que nunca la ha olvidado. Son descubiertos por Yadira, quien tras abofetear a su sirvienta la echa a la calle por lo que esta se desahoga con Gabriel, quien la invita a vivir con él y se les une Genoveva, quien ha dejado el pueblo para estar junto a su hija. La mujer hace amistad con Gabriel, quien le propone que abran un centro de costura donde ella y Conchita puedan continuar haciendo sus vestidos. La mujer, feliz, está más que decidida a aceptar pero no así su hija, la cual no desea aprovecharse del amor de Gabriel y revela a su madre que sigue amando a Mauro Cantú.

Danilo y Luzmila tienen mala relación pues Nazareth se entromete en su matrimonio por lo que el hombre decide abandonarla y buscar a su hermano y a su madre en la ciudad, quedando atónito al enterarse de que Esperanza trabaja como sirvienta de Mauro, al que enfrenta, enterándose así Kenina de la verdad sobre su marido, del que se burla al grado de que este enfurece y la abofetea para luego sacudirla y exigirle que se calle. Kenina lo maldice y le revela estar arrepentida de haberse casado con un pobre diablo como él. Está decidida a desenmascararlo ante sus padres para que Augusto lo haga pagar por lo que corre para informarle a este en el edificio en que se encuentran sus oficinas pero el elevador no sirve y decide subir por las escaleras, perseguida por su marido, el cual desea evitar a toda costa que la mujer hable y arruine sus planes. Discuten cuando el la alcanza y la sacude para evitar que lo desenmascare. La suelta agresivamente e Kenina cae al vacío. 

Luego del accidente que provocó a su esposa, el cobarde Mauro se refugia en Esperanza, a la que pide que hable con Danilo y evite que este revela su identidad. La mujer habla con su hijo mayor, quien le reprocha el ser capaz de todo por Mauro, el cual los ha menospreciado siempre e incluso engañó a Conchita, a quien supuestamente amaba sobre todas las cosas.

Augusto y Ingrid sufren al saber a Kenina al borde de la muerte y se comunican con Mauro para decirle que su esposa se encuentra entre la vida y la muerte en el hospital. Este asusta a Esperanza con su actitud y la mujer sospecha que su hijo es el responsable de lo que le pasó a la muchacha. Este por su parte busca a Conchita para pedirle que hablen mas Genoveva intenta impedirlo. La muchacha sin embargo acepta conversar y se asombra cuando Mauro llora ante ella para decirle que la sigue amando y que se casó con Kenina solo por ambición, divorciarse, y tener algo que ofrecerle a ella. Intenta besarla pero Conchita lo rechaza por lo que la toma por la fuerza hasta que ella le corresponde. Son sorprendidos por Gabriel, quien se decepciona de la muchacha.

Nazareth culpa a Luzmila del abandono de Danilo y comienza a martirizarla con su actitud injusta y sus ofensas al grado de que la mujer sufre pues sabe que su padre es el culpable de que su marido la haya abandonado.

Elías busca a Mauro y lo convence de ir al hospital y estar al lado de su familia política ahora que Kenina se encuentra muy grave. Mauro acude al lugar con su amigo y solo recibe ofensas por parte de Augusto, al que Victoria exige que se calme y no monte un espectáculo. Luego la mujer le cuenta a Mauro de la gravedad del accidente de su esposa y todos enmudecen cuando el doctor les revela que la situación de Kenina es crítica y la han inducido a un coma. Augusto sufre irremediablemente y busca a Yadira para desfogarse pero esta lo rechaza por lo que el hombre se violenta y desahoga con ella su frustración, violándola y golpeándola al grado que la mujer pierde el hijo que espera. Ella jura que lo hará arrepentirse de lo que le ha hecho.

Nilda propone a Mauro que reanuden su relación pero este la rechaza y no hace más que burlarse de ella. La mujer lo abofetea, deseando que Kenina muera. En silencio, él asegura desear lo mismo pues muerta su esposa él tomará posesión de lo que le pertenece.

Ingrid desfoga su pena con Neftalí y es descubierta por Victoria, quien la abofetea y la acusa de ser una adúltera. La mujer revela no amar más a Augusto, quien la ha rechazado como mujer desde hace tiempo y con quien sigue atada solo por su hija Kenina. Victoria acude a enfrentar al jardinero, al que echa de la casa y le exige que no se acerque a su hija o de lo contrario lo hará arrepentirse. Neftalí se marcha y su puesto es ocupado por Danilo a pesar de que Mauro se opone a que lo contraten. Danilo usa su nuevo trabajo para acorralar a su hermano, el cual teme a que su identidad se descubra.

Gabriel acude al hospital para visitar a Kenina y cree que por fin la vida le ha hecho justicia a su hermano, el cual murió en manos de un Solórzano por amarla a ella. Se encuentra luego con Genoveva, quien le pide que la ayude para que Conchita se olvide para siempre de Mauro y se reconcilie con ella. Gabriel busca a la muchacha, quien le revela estar confundida y rechaza volver con él. Mauro lo ha presenciado todo y se burla de Gabriel, al que exige que no se vuelva a acercar a su chica. Se sorprende cuando Conchita también lo rechaza a él pues está casado con Kenina. Por ello Mauro confiesa a Elías ansiar que Kenina muera pues solo así él podrá recuperar su libertad.

Neftalí encuentra trabajo con los Mendizábal gracias a que Ingrid lo recomienda. Ante su belleza, Nilda enmudece y no puede evitar sentirse atraída a él por lo que comienza a espiarlo y lo sorprende bañándose, extasiándose ante lo que contempla.

Tania descubre que Augusto y Yadira han sido amantes y se lo hace saber a Elías, quien a su vez habla de esto con Juan Javier, el cual le pide que sea discreto.

Alguien penetra en el cuarto de hospital de Kenina y le desconecta la respiración causándole la muerte. Al enterarse del deceso, los Solórzano sufren y se extrañan ante la indiferencia de Mauro por lo que Augusto sospecha que él se encuentra detrás de la muerte de su hija y lo enfrenta. Está por golpearlo pero Esperanza intercede para defenderlo y es ella quien resulta golpeada por lo que Danilo la defiende, exigiéndole a Mauro que diga la verdad a su suegro, quien no se explica porqué la criada defiende a su yerno. Mauro se niega a decir la verdad pero Esperanza lo hace delante de todos os Solórzano, estremeciéndolos por saber a Kenina casada con el hijo de una criada que los engañó. Antes de que le reclamen Mauro desprecia a su familia y sale de casa para encontrarse con Yadira, quien le cuenta lo que Augusto le hizo por lo que el muchacho la convence de que lo denuncie. Ella lo hace y Augusto es arrestado en pleno entierro de Kenina, entre la vergüenza y las habladurías. Luego es encarcelado por ser el responsable de la muerte del hijo que Yadira esperaba enterándose así Ingrid de la infidelidad de su marido, al que visita en su celda para echarle en cara el haberla despreciado por años para enredarse con una mujerzuela. Augusto la insulta y sobaja y se sorprende cuando ella le confiesa que hizo lo mismo con él y tiene un amante, mas no le revela quién es.

Esperanza se desahoga con Victoria, quien le hace saber que Mauro es una mala semilla que no vale nada pues la ha despreciado y sobajado al tratarla como una criada siendo ella su madre. Danilo apoya a la mujer y pide a su madre que regresen a su pueblo pero la mujer no desea hacerlo sin su hijo.

Gabriel acude a Yadira, quien intenta reconquistarlo pero él la rechaza e insiste en hacer que Conchita lo ame. Esta por su parte visita a Esperanza en casa de los Solórzano y se entera de las fechorías de Mauro, al que desprecia cuando lo ve. Él llora y asegura amarla pero ella no quiere saber más de él y lo acusa de ser un pobre diablo que no merece la pena. Luego es informado por Elías de que ha perdido su trabajo pues Juan Javier ha descubierto que le ha estado robando. Esto lo aprovecha Nilda para burlarse del muchacho en el club, donde lo acusa del ser el hijo de una criada capaz de ocultar a su familia por vergüenza para así codearse con la alta sociedad y pretender ser lo que nunca será. Mauro es repudiado por todos en el club por lo que su vida dentro de la alta sociedad está destruida. En venganza revela que Nilda es una mujerzuela infiel, revelando delante de Elías y Lianette que su madre y él fueron amantes. Los amigos se agarran a golpes y Mauro es echado del club mientras que Nilda también padece el repudio de todos, incluyendo el de sus hijos, quienes no se atreven a decirle nada a su padre, encontrando Elías refugio en Tania y Lianette en Neftalí, quien la sorprende llorando. El jardinero limpia sus lágrimas, se hacen amigos y en ellos nace la llama del amor.

Gabriel y Ingrid se conocen accidentalmente y ella le revela sus pesares, entre ellos el vivir con el recuerdo de que su hija mató a un hombre, convencida de que la muerte de esta fue un castigo divino. Gabriel le revela que durante años el buscó venganza sin éxito pues él es hermano de Patricio, enterándose de que este rechazó a Kenina y esta, llena de celos y enloquecida por él lo mató. Ingrid le pide perdón en nombre de su hija y luego regresa a casa, donde se encuentra a Mauro, quien exige que le den el dinero que le corresponde por ser el viudo de Kenina. Victoria lo enfrenta y sorprende al decirle que no tomará posesión de nada porque la mujer no tenía nada a su nombre por lo que se casó con ella en vano.

Esperanza y Genoveva se reconcilian y la primera llora amargamente por el rechazo de su hijo, quien no desea saber de ella. Genoveva le aconseja que se olvide de él y comience una nueva vida mientras que Conchita aconseja a Danilo que no cometa un error y recupere a Luzmila, quien lo extraña demasiado y por ello decide dejar atrás el yugo de su padre y huye a la ciudad en busca de su amado.

Juan Javier no comprende el desprecio con el que Elías y Lianette tratan a Nilda, quien descubre la relación entre su hija y el jardinero y se opone a que lo ame. Lianette la enfrenta y le pide que no se meta en su vida cuando ella tuvo amorío con Mauro y otros hombres jóvenes. Es así, que dentro de esa discusión, Juan Javier se entera y exige a su mujer que le diga la verdad y Nilda lo acepta descaradamente por lo que el hombre le exige que abandone su casa pero ella se niega rotundamente por lo que es él el que se marcha.

La policía descubre que la muerte de Kenina no fue natural y se lo hace saber a Ingrid y Victoria, quienes sospechan de Mauro, el cual es detenido como sospechoso. Él insiste en que es inocente y recibe una visita de Danilo, a quien le suplica que lo ayude. Danilo entonces busca a Elías para contarle de la situación por la que su hermano atraviesa pero este se niega a ayudarlo hasta que Tania lo convence de hacerlo. Se buscan pistas y en los videos del hospital pronto descubre a una mujer sospechosa aunque no hay evidencia de que haya penetrado en la habitación. Le muestra el video a Mauro y él reconoce a Yadira, a la que la policía busca. Ella misma se desenmascara al intentar huir y es atraída y llevada a prisión, donde confiesa que asesinó a Kenina para vengarse de Augusto, quien al enterarse la maldice pues Ingrid no hace más que acusarlo de las consecuencias de su engaño y su intransigencia. Tras esto Mauro queda en libertad y Esperanza aguarda por él afuera del penal, donde lo abraza y él le pide perdón, así como después lo hace con Danilo, quien le pide que regresen todos al pueblo pero Mauro se niega pues cree que eso sería retroceder y todos tendrían mejores oportunidades en la ciudad, donde Luzmila se encuentra perdida y conoce a Gabriel, quien la lleva a casa de Genoveva y Conchita para ayudarla sin sospechar que estas se conocen. Pronto Luzmila se reencuentra con Danilo y le pide que no regresen al pueblo y comiencen una nueva vida. Él acepta y junto con Mauro renta un departamento en el que se instalan pero el pobre diablo pronto comienza a sentirse hostigado por su familia a la que tolera solo para recuperar el amor de Conchita, quien comienza a creer que el muchacho en verdad está cambiando y por eso rechaza a Gabriel, quien tras hablar con Genoveva decide que se olvidará de la chica y se refugia en Ingrid, con quien ha hecho una gran amistad y tienen intereses en común. Pronto ella anula su matrimonio y cuando se lo informa ambos se besan sorpresivamente. Él le pide que comiencen una relación y a pesar de la negativa de Victoria la mujer acepta.

Nilda ha sido abandonada también por sus hijos, quienes se han mudado a vivir, Elías con Tania y Lianette con su padre, Juan Javier, quien no perdona a su mujer y se ha divorciado de ella. Por ello Nilda culpa a Mauro y jura que se vengará de él hasta saberlo hundido al igual que ella, mientras que, por su parte, el muchacho ha reanudado su romance con Conchita, a la que confiesa sentirse terrible de vivir con su familia y le pide que se casen e independicen pues él está trabajando prominentemente en una empresa en la que tiene futuro y crecerá. Conchita le pide que la deje pensarlo y ambos acuden a la inauguración del taller mecánico de Danilo, al que Mauro acusa de ser un conformista y recomienda que estudie y salga adelante de otra manera o nunca dejará de pasar hambre. Luzmila defiende a su marido y acusa a Mauro de ser un pobre diablo con ínfulas de rico que en realidad no ha cambiado, sino aparentado haberlo hecho nuevamente por un solo propósito: reconquistar a Conchita, quien le pregunta si es verdad eso mas él lo niega por lo que ella le propone que se olvide de todo y regresen al pueblo pero él se resiste asegurando que jamás dará un paso atrás. Ella le dice que regresará y entonces él le dice que no la seguirá. Conchita confirma así lo que Luzmila ha dicho y decide terminar definitivamente su relación con Mauro, a quien Nilda sorprende en la calle para atropellarlo pero falla y es ella la que sufre un terrible accidente que la lleva al hospital, donde arrepentida pide perdón a sus hijos y a Juan Javier, quienes deciden que vale la pena que vuelvan a ser una familia y la aceptan.

Augusto se martiriza a sí mismo en la cárcel, cegado por los recuerdos de Kenina y cómo él influenció a que su hija tomara siempre decisiones equivocadas. Recibe una visita de Victoria, a la que le pide que vengue la muerte de su hija pero la mujer le asegura que la vida hizo justicia pues a Kenina le quitaron la vida tal como ella se la quitó a Patricio y tal como el mismo Augusto se la quitó al propio hijo que esperaba.

Genoveva logra negociar un contrato en una empresa de costura a la que acude con Conchita, cautivando a los directivos, los cuales las contratan para la confección de vestidos de novia. Allí Conchita conoce a Ricardo Márquez, un joven empresario que se cautiva por la belleza y sensibilidad de la muchacha, con quien trabaja directamente.

Mauro es despedido de su trabajo y busca a Elías para pedirle ayuda mas este no confía más en él por lo que el muchacho busca a Lianette e intenta enamorarla pero son descubiertos por Neftalí, quien lo golpea y le asegura que la muchacha no está sola y lo tiene a él. Desde este momento a Mauro se le comienzan a cerrar las puertas y teme a verse hundido en la miseria y alejado de su hermano y el resto de la gente. Es Esperanza quien desvive por él a pesar de las peticiones de Danilo, quien cree que su hermano necesita un escarmiento. Son descubiertos por Mauro, quien exige a su madre que decida entre él y Danilo y cuando la muejr recuerda lo que su hijo menor les hizo al tratarlos como criados decide quedarse a vivir con Danilo por lo que Mauro le jura que nunca más lo volverá a ver.

Pasa mucho tiempo y Conchita se ha convertido en una importante diseñadora. Vive un tórrido romance con Ricardo, quien le pide que se case con él. Ella acepta y celebran en un lujoso restaurant, llevándose Conchita una sorpresa que la enmudece cuando ve a Mauro lavando los baños de caballeros. Le habla pero él, avergonzado, finge no conocerla.

Ingrid y Gabriel viven en unión libre pero ella es víctima de las críticas de Victoria, a quien pide que se aleje de su vida si no aceptará nunca que sea feliz y seguirá del lado de Augusto, quien desde la cárcel intenta controlarle la vida a pesar de que ya nada los une. Por su parte Gabriel visita a Yadira, quien le asegura estar arrepentida de sus errores.

Elías y Tania se casan y a la boda asiste Mauro, quien lo observa todo desde lejos. Es descubierto por Nilda, quien se burla de él y delante de todos lo acusa de ser un pobre diablo que finalmente está en el lugar que le corresponde. Elías y Juan Javier se sorprenden por el aspecto del muchacho, quien huye y sufre por el rechazo de la gente.

Neftalí no es aceptado por la familia de Lianette, quien defiende su amor y se marcha a vivir con él, convirtiéndose en vecinos de los Cantú, quienes le brindan todo su apoyo. Pronto Lianette y Luzmila se convierten en grandes amigas.

El taller mecánico de Danilo e ha dejado grandes frutos y con ello él ha comprado una casa para vivir con Luzmila y Esperanza, la cual no vive tranquila preguntándose en donde puede estar Mauro. La mujer recibe la visita de Genoveva, quien le dice que Conchita lo vio. Esperanza entonces acude al restaurant y desde lejos ve a su hijo comiendo en la calle, sentado en una banqueta. Se acerca a él para hablarle pero Mauro asegura no conocerla. Esperanza insiste y le cuenta lo bien que les ha ido a Conchita y Danilo y le suplica que no se haga más daño a sí mismo y como ellos, empiece de cero para alcanzar sus sueños. Mauro la ofende pero el amor de la mujer es más fuerte que todo y termina por hacerlo llorar por lo que él, llorando, se aferra a ella y con lágrimas le suplica que lo perdone. Se dan un fuerte abrazo y cuando él pregunta por Conchita entristece al enterarse que en esos momentos la muchacha se está casando con Ricardo Márquez. Mauro acude a la iglesia para impedirlo pero llega demasiado tarde y a lo lejos ve a su amada ser feliz. Él llora amargamente, arrepentido por todos sus errores.




Fin











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